acuariofiliacubana: La familia Loricariidae. El Hypostomus plecostomus. «Bagre de Coraza» o «Blindado»

Existen peces carroñeros, que se alimentan de los desperdicios presentes en el acuario: restos de comida, peces u otros animales muertos, etc. Sucede que algunos, además, añaden el hábito de ingerir algas y están adaptados morfológicamente para esa actividad; por ello se les conoce como limpiapeceras o limpiadores.

En Cuba, solo contamos con Hypostomus plecostomus y Ancistrus triradiatus que en los últimos años ha ido ganando un paulatino incremento de su presencia en el mercado: a él le dedicamos un artículo independiente.

Con mucha frecuencia, los principiantes o el aficionado inexperto, pretenden que estos animalitos realicen todo el trabajo sucio del acuario y eso no es posible; los peces limpiadores nos ayudan a mantener un balance en la higiene de la pecera, detectando antes que nosotros un pez muerto, del que rápidamente se comen las vísceras y partes del fallecido que con mayor rapidez tienden a descomponerse, no ingieren los excrementos producidos por los peces, caracoles, etc. Añadida a esa importante labor, cooperan, con eficiencia, en la eliminación de las algas que crecen sobre los cristales, las piedras y las plantas, pero, no siempre pueden eliminarlas todas; nos corresponde a nosotros complementar esa tarea con mantenimientos periódicos a nuestro acuario.

Los Plecostomus y los Ancistrus, son de los pocos peces capaces de comer sobre los cristales, sus bocas están diseñadas para adherirse mientras comen. Además, viabilizan su anclaje para no ser arrastrados por las fuertes corrientes con el auxilio de sus potentes aletas pectorales.

Hypostomus plecostomus, es un pez omnívoro, territorial con otros peces de fondo, perteneciente al orden Siluriformes y a la familia Loricariidae que contiene alrededor de 70 géneros y 600 especies.

Los representantes de la familia son especies bentónicas y pocos nadadores que viven en arroyos y ríos de corriente rápida con fondos rocosos y/o arenosos, también se les encuentra en ecosistemas lénticos de fondos fangosos.

Más de 140 especies conforman el género Hypostomus, muy parecidas entre sí lo que dificulta su identificación. Hypostomus plecostomus es la especie que tipifica el género, también conocida como Hypostomus guacari (Lacepède, 1803) o Plecostomus plecostomus (Linnaeus, 1758); en la actualidad el término Hypostomus ha reemplazado oficialmente el nombre genérico Plecostomus.

Originario de Centro y Sudamérica, con mayor presencia en Venezuela, Panamá, Colombia o Guyana. También presente en el Río Orinoco, Costa Rica, Uruguay y Ecuador.

Responde a disímiles nombres comunes como: «Chupa-algas», «Limpia Cristales», «Bagre de Coraza», «Chupavidrios», «Chupapiedras», «Blindado», «Pez Diablo», «Corroncho», «Plecos» o «Vieja del Agua», entre otros muchos.

Su coloración es parduzca-grisácea con puntos oscuros, mientras que el vientre es blanquecino o castaño claro, pero, algunos ejemplares pueden ser casi negros.

De cabeza grande, pequeños ojos laterales y aletas afiladas. Posee dos aletas dorsales, la primera, grande, que el pez la despliega a semejanza de la vela de un barco, cuando se mueve o se siente amenazado o perturbado; su primer radio es fijo, duro y espinoso, mientras que los siete restantes son blandos y movibles. La segunda es discreta, por lo que muchas veces pasa desapercibida.

Lo distingue una boca ventral, redondeada a manera de ventosa con sendos barbillones laterales. Su cuerpo es estirado, el vientre plano, los costados ligeramente comprimidos y no posee escamas, estas han sido sustituidas por placas cartilaginosas con excepción del vientre.

El dimorfismo sexual es poso evidente; solo, la presencia de las prolongaciones cartilaginosas de sus aletas pectorales en los machos maduros, que en la época reproductiva acentúan sus colores. Las hembras, al ovular, exhiben el abdomen ligeramente abultado.

Cuando crecen demasiado, al moverse suelen dañar la decoración y las plantas frágiles.

Estos peces. No tienen una función estética, más bien, son un complemento utilitario que no debe faltar. Es importante aclarar que, un número elevado de Plecostomus en un acuario, no es la solución para una higienización total; uno o dos individuos son una cifra idónea para cualquier acuario según sus dimensiones.

Son peces longevos, capaces de vivir más de diez años y crecer hasta veinticinco centímetros; en condiciones idóneas o en estado salvaje hasta cincuenta centímetros de longitud total.

Muestran hábitos nocturnos y es por ello que rara vez los vemos durante el día; por eso, con reiterada frecuencia, se nos acercan personas alegando que su limpiapecera es muy vago, no trabaja y se pasa todo el día durmiendo.

Los Hypostomus plecostomus, pubescen a los tres años de vida y su reproducción en cautiverio es compleja.

Para desovar, excavan una oquedad horizontal en las paredes arcillosas de los ríos, donde el macho cuida de los huevos y lo hacen cuando las hembras tienen un tamaño superior a los treinta centímetros de longitud total. Por ello, se comercializan ejemplares capturados en reservorios naturales donde se multiplican con rapidez a partir de su presumida introducción por los acuaristas y causando serias afectaciones a la fauna autóctona. Por esa razón, debe tenerse mucho cuidado al adquirirlos para no introducir enfermedades en nuestros acuarios.

Los Plecostomus adultos o hambrientos, suelen abalanzarse sobre peces grandes como Goldfish y Escalar, muy frecuente en individuos de color negro, provocándoles heridas y muchas veces la muerte. ¿Qué ocurre? Muy simple, cuando crecen, requieren mayor cantidad de alimento que no siempre está disponible en el acuario, por ello debemos tener en cuenta que, además de completar el equipo de mantenimiento, también son parte de la población de peces que necesitan ser alimentados, para eso, podemos ofrecerles algunas variantes que les ayudarán a mantener estos útiles peces activos, alimentados y pacíficos.

Es muy fácil y acertado, de vez en cuando, colocar en el acuario, siempre al oscurecer, alguna rodaja de pepino, cáscara de calabaza o brotes tiernos de lechuga, acelga, col china o espinacas, mucho mejor hervidas, para que nuestros limpiapeceras satisfagan cualquier carencia alimentaria y retirarlas en la mañana siguiente; veamos algunas imágenes ilustrativas.

Como necesario complemento de su alimentación, también podemos suministrarle, eventualmente, pequeñas raciones de proteína; Hypostomus plecostomus aceptará pedazos de carne o pescado.

Su naturalización en Cuba se inicia desde finales del pasado siglo. Por sus características se hace poco vulnerable a los depredadores y además es un pez muy adaptable. Su conducta nocturna también les facilita la supervivencia y lo coloca en ventaja sobre las especies originarias de los hábitats que coloniza: hoy por hoy, comienza a constituir una seria amenaza para la fauna dulceacuícola cubana y una creciente problemática para los conservacionistas.

Ficha básica de Hypostomus plecostomus
Grado de dificultad	Baja.
Tipo de Agua	pH 6 a 8 y una dureza entre gH 4-15
Temperatura	Entre 23 a 26ºC
Iluminación	Baja.
Alimentación	Omnívoros, comedores de algas.
Necesidades básicas	Agua filtrada, gusta de una buena corriente.
Comportamiento	Pacíficos. Territoriales.
Zona en el acuario	Fondo.
Tipo de reproducción	Ovípara.