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Las gambas y langostas en acuarios. Macrobrachium acanthurus. El “Langostino Prieto”

Perteneciente al género Macrobrachium de la familia Palaemonidae, Macrobrachium acanthurus, responde a varios nombres comunes como “Acamaya”, “Camarón Cauque”, “Manos de Carrizo” o “Camarón Popotillo”, pero los más reiterados son Langostino Prieto” o “Langostino Canela.

Originario de la costa atlántica de las Américas, puede encontrarse en todos los ríos y acuíferos, dulces o salobres, que tengan alguna conexión con el Océano Atlántico. La especie tiene presencia en Cuba y popularmente es conocida como “Saltillo” o “Saltón.

Palaemonidae, es una familia heterogénea y muy numerosa de crustáceos decápodos carídeos,  donde se agrupan bajo la expresión genérica “Quisquillas”.

Macrobrachium se deriva de varios términos griegos: “makros”, que significa “grande” o “largo”, mientras que “brakhion” quiere decir “brazo”. Por su parte, acanthurus desciende de “akanthos” que expresa “punta” o “espina”, unido a “oura” que enuncia “cola”. La unión de todos puede definirse como “largos brazos puntiagudos”.

A todos estos camarones agresivos, y poseedores de grandes garras, en el mercado internacional de acuarios, se les denomina “Pitú”, a pesar de que este término identifica una especie única, el Macrobrachium carcinus.

Debido a la dificultad para su reproducción en cautiverio, se recolectan en los hábitats donde viven y se comercializan a precios módicos para su empleo como alimento de peces carnívoros como Oscar, Flowerhorn o Pacú, por citar algunos ejemplos.

Los ejemplares juveniles son transparentes y por lo general, tienen algunas rayas oscuras. Las articulaciones y la base de los dedos, son anaranjados. En esta fase del desarrollo resulta muy fácil confundirlos con la especie nombrada “Fantasma”.

 

Alcanzada la adultez, se oscurecen, adquiriendo un aspecto ceroso, que difiere entre tonalidades amarillentas, parduzcas o grisáceas. A lo largo del crustáceo, sobre el dorso, puede apreciarse una vena roja, mientras que a los lados de su abdomen se definen tres líneas irregulares, verticales, oscuras.

Las pinzas de los machos, desde temprana edad, son luengas y delgadas, con pocas espinas y dedos rectos que se cierran como tijeras.

Pueden alcanzar un largo total de catorce centímetros, incluso un poco más, al tiempo que las hembras solo crecerán hasta once o doce, pero, estarán aptas para la reproducción a partir de los tres centímetros y medio. Otra característica de la especie es que su cuerpo es liso.

En su reproducción primitiva, transcurridas dos semanas de incubación, en el caso específico de Macrobrachium acanthurus, por un corto período de tiempo, las larvas nadan libres, para después aferrarse a la vegetación o refugiarse en los fondos hasta realizar la primera muda. Como precisan de agua salobre para desarrollarse a plenitud, una vez liberadas, serán transportadas por las corrientes hasta los estuarios.

Al inicio de su etapa larval, consumen su saco vitelino, y de inmediato, comenzarán a alimentarse de zooplancton; por eso, si logramos su descendencia en acuarios, se impone alimentarlas con nauplios de Artemia. Si sobreviven, pronto podrán ingerir cualquier alimento proteico disponible.

El dimorfismo sexual, descansa en dos detalles básicos: menor talla de las hembras y de sus muelas, mientras que las pleuras abdominales son más largas que las masculinas, para facilitar su empleo como cámara de incubación.

Los jóvenes, mantienen una relativa convivencia gregaria, pero, muy pronto, en la medida que crezcan, su agresividad y canibalismo se pondrán de manifiesto; entonces, los langostinos dominantes, de manera progresiva irán ingiriendo a los más pequeños o, incluso, entre adultos, lo harán durante las periódicas mudas obligatorias. Es esta, la principal razón por la que es recomendable no mantener más de un “Langostino Prieto”, quizás una pareja, en un mismo acuario.

Sucede que, a lo dicho, se añade su naturaleza agresiva hacia todo lo que se mueva a su alrededor y considere comestible, exacerbada en las “Quisquillas” adultas. Se dedican a la caza de manera permanente, sobre todo en las noches, depredando no solo otros camarones, también moluscos y peces; una dieta deficiente desde el punto de vista proteico, realzará su instinto agresivo. En el caso de los machos, con mayor alcance, debido a la sobredimensión de sus tenazas; por eso, a partir de nuestra experiencia personal con estos crustáceos, les sugerimos los ejemplares hembra cuando convivan con peces que ellos puedan cazar.

No siendo suficiente este demérito, se corre el riesgo de que arruinen las plantas ornamentales que utilicemos en la decoración. Ahora, esto no quiere decir que no constituyan una variante aceptable, siempre y cuando, se disponga de un acuario grande, decorado con rocas, troncos y, si no nos desagrada, con plantas artificiales. Por otra parte, nos corresponde elegir especies de peces robustas, ágiles, que gusten de la natación constante a media agua y que no sean tan agresivas como para invertir el conflicto y sean ellos quienes depreden al langostino. En resumen, si los mantenemos bien alimentados, en un acuario amplio, con suficientes escondites y conviviendo con especies adecuadas: ¡la sangre no llegará al rio!

Por su parte, la abundancia actual de las poblaciones, posibilita su colecta sin constituir un riesgo para la estabilidad de la especie en los ecosistemas naturales donde habitan.

Como todos los crustáceos, para crecer, requieren de realizar mudas periódicas de su exoesqueleto.

 Es importante conocer esta peculiaridad porque, de no saberlo, podemos pensar que nuestro langostino ha muerto y es todo lo contrario, ha cumplido una fase más de su desarrollo. Durante las primeras horas posterior a la muda, su cuerpo es vulnerable, necesita estar a buen resguardo hasta que su nueva armazón se endurezca y lo proteja.

 

Artículos relacionados publicados en esta página que puede consultar

 “Las gambas y langostas en acuarios. Procambarus cubensis cubensis. La «Batata»”. Publicado el 7 de septiembre de 2021. https://acuariofiliacubana.blogspot.com/2021/09/las-gambas-y-langostas-en-acuarios.html

“Las gambas y langostas en acuarios. Cherax quadricarinatus. La «Langosta de Quelas Rojas Australiana»”. Publicado el 7 de octubre de 2021. https://acuariofiliacubana.blogspot.com/2021/10/las-gambas-y-langostas-en-acuarios.html

“Las gambas en el acuario. Neocaridina davidi. La variedad «Red Cherry»”. Publicado el 16 de febrero de 2022. https://acuariofiliacubana.blogspot.com/2022/02/las-gambas-en-el-acuario-neocaridina.html

 

Principales fuentes consultadas

http://enciclovida.mx

www.planetainvertebrados.com.br


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