Seguidores

La familia Poeciliidae. Xiphophorus helleri. El “Colisable”

Los llamados “Colisables, “Pez Espada”, “Cola de Espada”, “Espada”, “Portaespada” o “Xipho”, proceden de la vertiente atlántica de Centroamérica, donde habitan arroyos, ríos y lagos de corrientes suaves, con aguas cristalinas, abundante vegetación y fondos arenosos con rocas. También existen reporte en ríos de montaña y aguas turbias. Se distribuyen desde el Estado de Veracruz, en México y Belice, hasta el noroeste de Honduras y Guatemala.

Integran la familia Poeciliidae y responden al nombre científico de Xiphophorus helleri. Xiphophorus significa “portaespada” y se atribuye a la característica de los machos de estos populares peces, de contar con la presencia de una prolongación de los radios inferiores de su aleta caudal, que da origen a un sable o espada.

Esta singularidad, además de nombrarlos, nos permite una fácil diferenciación entre los sexos en los ejemplares adultos; en etapas juveniles será a partir de la presencia del gonopodio en los machos jóvenes.

Los “Colisables”, no ponen huevos como la mayoría de los peces, son ovovivíparos. El ovoviviparismo, es un modo de reproducción, donde los peces ya nacen listos para iniciar su vida independiente. Muchas veces se utiliza el término vivíparos, cuando, en realidad, su reproducción es ovípara, pero con la peculiaridad antes descrita.

En ellos, no se produce una puesta, como ocurre en las especies llamadas ovíparas, sino que, los huevos se mantienen en las vías genitales de la madre hasta el momento de su nacimiento, mientras tanto, los embriones se alimentan de las reservas acumuladas en el huevo.

En los machos de estos peces, la aleta anal ha sufrido una mutación hacia un órgano reproductor, denominado “gonopodio”, que puede ser dirigido a voluntad por el pez y le posibilita la cópula.

Un pez fusiforme, con la boca orientada hacia arriba para alimentarse en la superficie del agua. Viven entre la vegetación que crece en la superficie y media agua, donde su principal fuente de alimentación son los insectos, pequeños crustáceos, gusanos y vegetales.

Los machos, menos robustos que las hembras, pueden crecer hasta los diez centímetros, excluida su aleta caudal, mientras que las hembras pueden llegar a medir entre doce y quince centímetros de longitud total.

Los peces en estado salvaje, son de coloración verdosa, que se agrisa en el dorso del pez. Desde el ojo hasta el pedúnculo caudal, una línea castaño o pardo-rojiza, junto a otra verde brillante, atraviesan su cuerpo.

 

Cuando adquirimos “Colisables” muy jóvenes, corremos el riesgo de que, pasado un tiempo, descubramos que alguna de nuestras hembras se ha convertido en macho, bien por haber desarrollado el gonopodio o porque ya comienza a crecerle el sable. El aficionado inexperto, debe fijarse bien en ese detalle de la aleta anal de los peces que obtiene para minimizar los riesgos de equivocarse.

Otras características a tener en cuenta son los tamaños del pez y su sable; un colisable robusto, con un sable corto es un ejemplar joven, bien desarrollado, pero si, por el contrario, es un pez pequeño, débil y su sable es demasiado largo, estaremos en presencia de un ejemplar viejo que no se desarrolló adecuadamente. Podríamos ilustrar lo expuesto con una ecuación simple:

Gran tamaño del sable + Poco crecimiento del cuerpo = Un deficiente desarrollo.

En resumen, al macho joven continuarán creciéndole el cuerpo y el sable, mientras que el viejo ya alcanzó el desarrollo definitivo y para él se inicia el conteo regresivo de la pérdida gradual de sus capacidades.

La gran aceptación, belleza y fácil reproducción de estos peces, entre otras razones, han hecho posible la aparición en los mercados de infinitas variantes de colores y formas de sus aletas. De ellas, disponibles en los comercios cubanos, podríamos mencionar las de colores: Rojo, Verde, Amarillo, Negro o Heckel, Albina o su variante roja con ojos rojos y “Sunset” (de tonos naranja o dorados con la cola bermellón y sable de orlada negra), actualmente comercializada en Cuba bajo el nombre de “Colisable Marigold”.

También resultan abundantes las combinaciones cromáticas nombradas Wagtail (versátil con la cola y aletas negras), Tuxedo (versátil con una mancha negra que puede o no incluir toda su aleta caudal) y Berlín o Pimienta.

Todas estas variedades cromáticas son capaces de cruzarse entre sí, dando espacio a infinitas variantes híbridas con tendencia a deprimir sus atributos, pero que a veces resultan ser muy agradables.

A toda la gama de características en la pigmentación, se añaden otras, obtenidas con la modificación de sus aletas, con doble espada en machos y hembras: llamadas “Cola de Lira”, que en ocasiones llegan a tener cinco y más de estas extensiones en la cola, por lo que en Cuba algunos le llaman “Cinco Puntas”, “Siete Sables” entre otros.

También existen la espectacular variante velífera, a las que se añade la variedad “Simpson” con una amplia aleta dorsal.

En ocasiones, sucede, que algunos peces desarrollan características excepcionales que los convierten en rarezas dentro del contexto de las variedades de su especie. Estas modificaciones, cuando pueden ser reproducidas dan lugar a nuevas variedades. A continuación, veamos un caso donde la prolongación de los radios en la aleta caudal son los centrales, dotando al pez de un aspecto similar a los Xiphophorus maculatus, “Platys”, de la variedad, conocida en Cuba, como “Cola de Pincel”.

 

Cuando las hembras de X. helleri envejecen, desarrollan características masculinas: morfológicas y de conducta, pero no se trata de un cambio de sexo, como de manera incorrecta algunos afirman; científicamente se ha comprobado que en estas hembras lo que se ha producido es una degeneración ovárica.

En realidad, se trata de un proceso de masculinización asociado a una alteración en la producción de hormonas feminizadoras, que, al no sintetizarse en cantidades suficientes, son incapaces de neutralizar hormonas masculinas como la testosterona: por eso la hembra adquiere atributos sexuales de macho, pero en realidad nunca llega a serlo.

 

Ficha básica de Xiphophorus helleri

Grado de dificultad

Baja.

Tipo de Agua

pH 6 a 8 y una dureza gH 15-30

Temperatura

Entre 20 a 28ºC

Iluminación

Media-Alta.

Alimentación

Omnívoros.

Necesidades básicas

Agua con poca corriente, bien oxigenada.

Comportamiento

Pacíficos.

Zona en el acuario

Media-Alta.

Tipo de reproducción

Ovovivípara.

 

Principales fuentes consultadas

www.acuamanus.com.ar

https://acuarioadictos.com

www.aquanovel.com

https://peces.paradais-sphynx.com

http://www.portalpez.com

 

 


Las gambas y langostas en acuarios. Macrobrachium acanthurus. El “Langostino Prieto”

Perteneciente al género Macrobrachium de la familia Palaemonidae, Macrobrachium acanthurus, responde a varios nombres comunes como “Acamaya”, “Camarón Cauque”, “Manos de Carrizo” o “Camarón Popotillo”, pero los más reiterados son Langostino Prieto” o “Langostino Canela.

Originario de la costa atlántica de las Américas, puede encontrarse en todos los ríos y acuíferos, dulces o salobres, que tengan alguna conexión con el Océano Atlántico. La especie tiene presencia en Cuba y popularmente es conocida como “Saltillo” o “Saltón.

Palaemonidae, es una familia heterogénea y muy numerosa de crustáceos decápodos carídeos,  donde se agrupan bajo la expresión genérica “Quisquillas”.

Macrobrachium se deriva de varios términos griegos: “makros”, que significa “grande” o “largo”, mientras que “brakhion” quiere decir “brazo”. Por su parte, acanthurus desciende de “akanthos” que expresa “punta” o “espina”, unido a “oura” que enuncia “cola”. La unión de todos puede definirse como “largos brazos puntiagudos”.

A todos estos camarones agresivos, y poseedores de grandes garras, en el mercado internacional de acuarios, se les denomina “Pitú”, a pesar de que este término identifica una especie única, el Macrobrachium carcinus.

Debido a la dificultad para su reproducción en cautiverio, se recolectan en los hábitats donde viven y se comercializan a precios módicos para su empleo como alimento de peces carnívoros como Oscar, Flowerhorn o Pacú, por citar algunos ejemplos.

Los ejemplares juveniles son transparentes y por lo general, tienen algunas rayas oscuras. Las articulaciones y la base de los dedos, son anaranjados. En esta fase del desarrollo resulta muy fácil confundirlos con la especie nombrada “Fantasma”.

 

Alcanzada la adultez, se oscurecen, adquiriendo un aspecto ceroso, que difiere entre tonalidades amarillentas, parduzcas o grisáceas. A lo largo del crustáceo, sobre el dorso, puede apreciarse una vena roja, mientras que a los lados de su abdomen se definen tres líneas irregulares, verticales, oscuras.

Las pinzas de los machos, desde temprana edad, son luengas y delgadas, con pocas espinas y dedos rectos que se cierran como tijeras.

Pueden alcanzar un largo total de catorce centímetros, incluso un poco más, al tiempo que las hembras solo crecerán hasta once o doce, pero, estarán aptas para la reproducción a partir de los tres centímetros y medio. Otra característica de la especie es que su cuerpo es liso.

En su reproducción primitiva, transcurridas dos semanas de incubación, en el caso específico de Macrobrachium acanthurus, por un corto período de tiempo, las larvas nadan libres, para después aferrarse a la vegetación o refugiarse en los fondos hasta realizar la primera muda. Como precisan de agua salobre para desarrollarse a plenitud, una vez liberadas, serán transportadas por las corrientes hasta los estuarios.

Al inicio de su etapa larval, consumen su saco vitelino, y de inmediato, comenzarán a alimentarse de zooplancton; por eso, si logramos su descendencia en acuarios, se impone alimentarlas con nauplios de Artemia. Si sobreviven, pronto podrán ingerir cualquier alimento proteico disponible.

El dimorfismo sexual, descansa en dos detalles básicos: menor talla de las hembras y de sus muelas, mientras que las pleuras abdominales son más largas que las masculinas, para facilitar su empleo como cámara de incubación.

Los jóvenes, mantienen una relativa convivencia gregaria, pero, muy pronto, en la medida que crezcan, su agresividad y canibalismo se pondrán de manifiesto; entonces, los langostinos dominantes, de manera progresiva irán ingiriendo a los más pequeños o, incluso, entre adultos, lo harán durante las periódicas mudas obligatorias. Es esta, la principal razón por la que es recomendable no mantener más de un “Langostino Prieto”, quizás una pareja, en un mismo acuario.

Sucede que, a lo dicho, se añade su naturaleza agresiva hacia todo lo que se mueva a su alrededor y considere comestible, exacerbada en las “Quisquillas” adultas. Se dedican a la caza de manera permanente, sobre todo en las noches, depredando no solo otros camarones, también moluscos y peces; una dieta deficiente desde el punto de vista proteico, realzará su instinto agresivo. En el caso de los machos, con mayor alcance, debido a la sobredimensión de sus tenazas; por eso, a partir de nuestra experiencia personal con estos crustáceos, les sugerimos los ejemplares hembra cuando convivan con peces que ellos puedan cazar.

No siendo suficiente este demérito, se corre el riesgo de que arruinen las plantas ornamentales que utilicemos en la decoración. Ahora, esto no quiere decir que no constituyan una variante aceptable, siempre y cuando, se disponga de un acuario grande, decorado con rocas, troncos y, si no nos desagrada, con plantas artificiales. Por otra parte, nos corresponde elegir especies de peces robustas, ágiles, que gusten de la natación constante a media agua y que no sean tan agresivas como para invertir el conflicto y sean ellos quienes depreden al langostino. En resumen, si los mantenemos bien alimentados, en un acuario amplio, con suficientes escondites y conviviendo con especies adecuadas: ¡la sangre no llegará al rio!

Por su parte, la abundancia actual de las poblaciones, posibilita su colecta sin constituir un riesgo para la estabilidad de la especie en los ecosistemas naturales donde habitan.

Como todos los crustáceos, para crecer, requieren de realizar mudas periódicas de su exoesqueleto.

 Es importante conocer esta peculiaridad porque, de no saberlo, podemos pensar que nuestro langostino ha muerto y es todo lo contrario, ha cumplido una fase más de su desarrollo. Durante las primeras horas posterior a la muda, su cuerpo es vulnerable, necesita estar a buen resguardo hasta que su nueva armazón se endurezca y lo proteja.

 

Artículos relacionados publicados en esta página que puede consultar

 “Las gambas y langostas en acuarios. Procambarus cubensis cubensis. La «Batata»”. Publicado el 7 de septiembre de 2021. https://acuariofiliacubana.blogspot.com/2021/09/las-gambas-y-langostas-en-acuarios.html

“Las gambas y langostas en acuarios. Cherax quadricarinatus. La «Langosta de Quelas Rojas Australiana»”. Publicado el 7 de octubre de 2021. https://acuariofiliacubana.blogspot.com/2021/10/las-gambas-y-langostas-en-acuarios.html

“Las gambas en el acuario. Neocaridina davidi. La variedad «Red Cherry»”. Publicado el 16 de febrero de 2022. https://acuariofiliacubana.blogspot.com/2022/02/las-gambas-en-el-acuario-neocaridina.html

 

Principales fuentes consultadas

http://enciclovida.mx

www.planetainvertebrados.com.br


La familia Gobiidae. Evorthodus lyricus. El «Gobio Lira»

Con frecuencia, en los ecosistemas naturales cubanos habitan algunas especies que ofrecen excelentes posibilidades para nuestros acuario...